Escuelas budistas del Tíbet

Sectas budistas

El Tíbet es un país enigmático, enclavado en las más altas cumbres del planeta. Entre la rudeza de su geografía y la hostilidad de su clima, se forjó un pueblo de gentes amables pero muy disciplinadas. No por casualidad, en medio de la crudeza de este entorno pudo florecer una religión como el budismo, conocida por sus severas prácticas. Justamente allí, en el «techo del mundo», la doctrina Mahayana proveniente de la India conoció una rápida difusión y dio origen a numerosos grupos religiosos, cada una de ellas aportando su matiz propio dentro de la religión unitaria.

Es conocido el hecho de que durante el apogeo del budismo, en el Tíbet se considerase un deber el que algún miembro de la familia se hiciera monje. Así, hacia el siglo XVI nos encontramos con un verdadero estado religioso, en el que los seguidores de diferentes líneas budistas ocuparan el 25% de la población. Aún en 1950, esta cifra se mantenía en un 10% de la población total.

A lo largo del siglo XI, proliferó la fundación de numerosas escuelas religiosas que, aunque siguiendo los preceptos unitarios de la doctrina budista, imprimieron rasgos propios que las caracterizaron durante siglos. Entre ellas destacamos la escuela Nyingma, Sagya, Gagyu, Gelug, Shigyia, Joryu, Jorxiang, Gozha y Shalhu. Mientras que las primeras cuatro perduraron en el tiempo, las otras fueron desapareciendo paulatinamente.

 Escuela Nyingma (Gorros Rojos) Fue fundada en el siglo VIII. Es considerada la más antigua de todas, pues recibió el legado de los primeros introductores del budismo provenientes de la India. Debido a los gorros rojos que usan los monjes, se le ha denominado la «escuela de los gorros rojos». Desde su fundación se ha mantenido en las áreas habitadas de tibetanos en China, pero también ha encontrado difusión en India, Bután Nepal Bélgica, Grecia, Francia y Estados Unidos.

 Escuela Sagya (Rayas) Su fundación se produjo en 1073 con el nombre de Sagya (arcilla blanca en tibetano) porque el Monasterio Sagya, el principal de la escuela, usaba muros pintados de blanco. Se llama también «Escuela de Rayas» porque los muros de los otros monasterios de la estaban pintados con rayas rojas, blancas y negras, que representaban, respectivamente, al Buda de la Sabiduría, la Diosa de la Misericordia y los Espíritus Guardianes.

  Escuela Gagyu. Fundada en el siglo XI,  presta alta importancia a la práctica tántrica, la cual se transmite de manera oral. Por ello, Gagyu significa transmisión verbal. Remonta su linaje espiritual hasta el legendario Milarepa, cuyo maestro Marpa se destacó por llevar al Tíbet valiosas enseñanzas provenientes de la India.

 Escuela Gelug (Gorros Amarillos). Obtuvo su fundación en 1409, proveniente de otras  doctrinas. Su origen se remonta al maestro Tsong Kapa, gran sabio que provocó un renacimiento espiritual en el siglo XV. Tiene seis monasterios principales: Zhaibung, Sera, Tashilhungpo, Tar, Labrang y Gaindan, y se destaca por su sistema de reencarnación del Dalai Lama y el Panchen Lama. Se podría considerar la «iglesia oficial tibetana».

A pesar de sus diferencias, el punto de unión de estas diferentes formas de la doctrina budista mahayana es su veneración hacia los «Bodhisatvas», seres que habiendo alcanzado el estado de perfección espiritual renuncian al merecido premio del nirvana para poder asistir a la humanidad en el camino hacia la liberación. Seres, sin duda, a los que miles de devotos budistas profesan un profundo amor y sincera veneración.

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